El pasado 11 de diciembre tuvimos nuestro último COMADREO del año, un espacio interno de reunión online para compartir y reflexionar sobre un tema común, y sin duda fue, como no podía se menos, muy, muy especial… No sólo por lo que allí sucedió, sino también y sobre todo por de la mano de quien vino, nuestra inmensamente querida SOCIA DE HONOR, Susana Olalla.
Yo le tenté con cerrar el año con su saber sobre sexualidad y maternidad, pero con todo el acierto, ella me respondió: «no Raquel, eso será y queda pendiente, pero este encuentro ha de ser para despedir el año que se va con agradecimiento, y darle una amorosa bienvenida al que llega, ha de ser para honrar y honrarnos». Y ahí empezó todo, de ahí surgió la magia…
No os puedo trasladar lo que sucedió, porque habría que vivirlo, pero sí os puedo traer lo que de allí brotó, porque, sin duda, fue AGRADECIMIENTO y AMOR…
Cada una de las allí presentes entregó su expresión de lo que fue el año en nuestra asociación y para ella misma, y regaló sus mejores deseos para AERCD, en este nuevo año que llega, y de ahí en adelante. Palabras, sentires, emociones…
La primera palabra: RESPETO. La segunda: ACEPTACIÓN. Respeto por lo que somos, lo que hacemos, por quienes acompañamos, y por quienes están presentes en ello. Aceptación por el contexto que nos rodea, como no puede ser de otra forma, desde la observación, sin juicio…
La tercera palabra: ORGULLO, por supuesto, bien entendido, por la TRANSFORMACIÓN de la maternidad que otorga el ACOMPAÑAMIENTO de DOULA.
Y volviendo a nuestro contexto, tomamos consciencia del miedo que nos rodea, y deseamos deshacer el miedo bloqueante, que el miedo no nos invada a la hora de tomar decisiones, porque ese miedo no es nuestro, la doula no teme porque está segura, empoderada, se sabe suficiente y necesaria. El MIEDO es un reflejo de algunos de los que nos reciben de manera equivocada, el miedo es hijo del DESCONOCIMIENTO.
«SOMOS EFICIENTES Y SUFICIENTES, estamos en el mejor momento para poder CALMAR AL MUNDO, siempre gracias a la VIDA y al UNIVERSO, seamos siempre VERDAD, seamos siempre el BÁLSAMO de cara al miedo, acompañando el APRENDIZAJE de las MADRES desde sus CRIATURAS. Me siento CONTENTA de ser como soy gracias a que SOY DOULA. Ser doula, ser ánimo, ser MUJER. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.» Cómo no, palabras de nuestra Susana…
No incitemos con las palabras emociones que no queremos recibir ni trasladar. Una MUJER EMPODERADA no da miedo, sino ADMIRACIÓN, FASCINACIÓN y quizá celos, pero no miedo. Frente al HETERO PATRIARCADO, es evidente por nuestra evolución, que algo estamos haciendo bien. Seamos SERES DE LUZ para iluminar a otras mujeres, y que encuentren SU PROPIO PODER. CAMBIEMOS EL MIEDO POR EL el AMOR. Desde la INFORMACIÓN LIBRE deshagamos con amor y COMPASIÓN jerarquías y roles equivocados, falsas lealtades y las herencias familiares, generacionales y sociales. No hay ninguna VERDAD, cada cual tiene la suya. Alabemos y demos voz y lugar a LA MAGIA DE LA FUERZA DE LA VULNERABILIDAD DE LA ENERGÍA FEMENINA.
Y sí, COMPASIÓN, para y desde la doula, para TRANSITAR SIN DEFENSA ANTE LA AGRESIÓN, desde el AMOR INCONDICIONAL y absoluto que nos llevo a ser lo que somos y aquí donde estamos.
CUIDEMOS LAS PALABRAS, porque son HECHIZOS y pueden traer realidades que no queremos. Cambiar la palabra con la que nos estamos expresando. Aprendamos a decir SI, porque ya sabemos decir NO, pero apostamos por el SÍ. Si buscamos el EMPODERAMIENTO DE LA MUJER madre, sintámonos así, ofrezcamos desde ahí, comuniquemos desde ahí, desde la seguridad de que estamos haciendo lo correcto. Desde la HONESTIDAD de la HUMILDAD de la ROTUNDA SEGURIDAD.
FELICES y ORGULLOSAS de formar parte de esta GRAN MADRE que es nuestra ASOCIACIÓN, tan SISTÉMICA, siempre CUIDÁNDONOS y CRECIENDO.
Y ahora NUESTROS DESEOS más profundos e intensos:
Agradecimiento, siempre. Que queden pocas personas que desconozcan a la doula, para que ninguna mujer pierda la oportunidad.
Ya no nos justificaremos más… No necesitamos dar explicaciones porque nuestra labor nos avala… Nadie es más que nadie, somos todos iguales…
Deseamos que la gran doula que es la asociación, y que cada una de nosotras como doulas, tengamos la habilidad, la capacidad y la creatividad de ofrecernos de la manera más adecuada posible, para que quienes se nos acerquen sean quienes nos dejen ser, y que los demás entiendan que no todos somos para todos.
Sigamos aprendiendo a desaprender, porque desde ahí avanzaremos. Sigamos desmenuzando la palabra acompañamiento, con amor y presencia. Recibamos y ofrezcamos paz.
Y cerramos el encuentro, y este resumen reflexivo y emocionado, felicitando a nuestra socia reciente María López, porque por «causalidad» tuvo que dejarnos pronto para acudir a la entrevista de lo que fue su primer acompañamiento.
Además de María, estuvimos Florencia Sabio, Susana Olalla, Giselle Carrasquel, Paola Raquel Meléndez, Beatriz Jiménez, Nuria de frutos, Lucia, que entró, a pesar de que no le era posible, sólo para saludarnos, y que recibiéramos su estar, y yo Raquel Villaescusa. Energías de siempre y también nuevas, pero todas renovadas y vibrando en la frecuencia del amor propio y el incondicional por la profesión y por la maravilla de la maternidad.
Cómo no narrarlo, cómo no convertirlo en un post de nuestro blog, cómo no llevarlo al mundo desde nuestras redes, cómo no explicar, para que todos entiendan lo que de verdad es pertenecer a nuestra Asociación Española Red Circular de Doulas, y lo que de verdad se vierte de ella…
Sin duda, quedó claro nuestro foco, nuestro fin, nuestro objetivo renovado como asociación, que nos acabaremos en trasladar desde todas nuestras vías y con todo nuestro ser:
«Agradecimiento, siempre. Que queden pocas personas que desconozcan a la doula, para que ninguna mujer pierda la oportunidad.»
Raquel Villaescusa, socia voluntaria responsable de la comunicación de AERCD.
¡Feliz vida, compañeras, a cada una de vosotras, a la asociación, a la maternidad, a la humanidad, al planeta, al universo!